Según la física, el estado inicial del Universo era sin duda, un estado de vacío aparente y energía mínima sumergida en él. Era un firmamento infinito y simétrico. Decimos que era como un vacío aparente, dado que en física el vacío absoluto no existe, tal como muchos lo hemos interpretado, basados en la experiencia mental que tenemos del vacío, como la ausencia de cosas visibles.
Por ejemplo, no es real el vacío aparente que creemos que existe entre la Tierra y el Sol o entre los cuerpos celestes o entre dos personas u objetos separados por un espacio o distancia, en el cual no hay nada visible, ya que en realidad entre todos los astros, los objetos y personas, existe y ha existido desde siempre una especie de sustancia (la energía) que impregna todo incluyendo el vacío.
Nos han enseñado que, “el vacío es la ausencia de materia en un determinado espacio o lugar”; pero esta definición sólo implica “ausencia de materia” aparente; pero no de energía. De hecho, los científicos han encontrado la manera de observar la existencia de partículas virtuales en el vacío y de atrapar y almacenar fotones de luz a partir del vacío y de otros medios, utilizando la manipulación óptica, mediante trampas y pinzas ópticas.
En su estado inicial, el Universo era un firmamento de vacío infinito, un Todo prácticamente de sola energía, mínima o de punto cero diluida en él y, toda en estado de reposo. De hecho, existen cálculos de la cantidad conocida como energía del punto cero, que sugieren que un centímetro cúbico de espacio vacío, contiene más energía que toda la materia, en el universo real.
El vacío aparente, se puede ilustrar con el siguiente ejemplo: Todos hemos tenido frente a nosotros un ventilador, que al ser encendido y colocado a la máxima velocidad, sus aspas parecen haber desaparecido y vemos dentro de las rejillas o del contorno, como un espacio vacío, efectivamente las aspas parecen haberse transformado en energía y en viento; pero si le volvemos a bajar la intensidad al ventilador, ese vacío aparente, volverá a ser reemplazado por las aspas.
Otro ejemplo puede ser: Cuando en días soleados miramos para el firmamento, vemos desplazarse las nubecillas sin que pueda verse qué es lo que las empuja, aunque sabemos que es un viento invisible; por lo que se concluye que no puede ser el simple vacío el que las empuja, sino que es una energía invisible diluida en el vacío en forma de viento. Por lo tanto, el vacío y la energía-masa, están correlacionados. Así era el estado inicial del Universo: Energía diluida en el vacío, en el firmamento infinito.
La verdadera historia de la creación a partir de la eternidad de la energía y la materia.
La historia de cómo la vida se originó en la tierra a partir de una simple bacteria.